Fiesta al Señor en el Espíritu Santo

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Es una fiesta solemne que celebra al Señor el pueblo cristiano en la República Dominicana anualmente desde hace más de 20 años. Este evento, que inició en salones de eventos de espacio reducidos, hoy se realiza en el auditorio de la Sala Principal del Teatro Nacional (en Santo Domingo) durante dos días consecutivos y un día en el Gran Teatro del Cibao (en Santiago), los dos principales escenarios del arte en todo el país. La Fiesta es producto del compromiso y la pasión por Jesucristo de hombres y mujeres que le han creído a Él y trabajan para dar lo mejor en excelencia para Su gloria. Cada año el evento reúne más de 4,800 personas de las cuales muchas de éstas son almas alcanzadas para Cristo.

Dice la Palabra de Dios en Juan 10:27: “Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen” y en Proverbios 8:34 “Bienaventurado el hombre que me escucha velando a mis puertas cada día”. Dios habla, ordena, se manifiesta y nosotros debemos estar prestos a escuchar y ejecutar lo que Él manda..

En el 1996 el Señor habló y dijo: Háganme fiesta. Coge lápiz y papel y escribe, convoca a mi pueblo en santidad y celébrame fiesta para tiempo de Pentecostés, antes escoge grupo de apoyo y organicen todo de acuerdo a mis mandatos. Ayunen, oren, santifíquense y ofrézcanme lo mejor de ustedes. Luego oramos y escudriñamos la Palabra, y encontramos los siguientes pasajes:

“Y harás la fiesta solemne de las semanas (fiesta de Pentecostés) a Jehová tu Dios, de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido”. Deuteronomio 16:10.

“Tres veces al año me celebraréis fiesta. Guardarás la fiesta de los panes sin levadura. Siete días comerás pan sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo señalado del mes de Abib, pues en él saliste de Egipto. Y nadie se presentará[a] ante mí con las manos vacías. También guardarás la fiesta de la siega de los primeros frutos de tus labores, de lo que siembres en el campo; y la fiesta de la cosecha al fin del año cuando recojas del campo el fruto de tu trabajo.” Éxodo 23:14-16

“Además, el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.” Números 28:26

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” Hechos 2:1-4

Toda ordenanza del Señor tiene que estar de acuerdo con su Palabra y es desde entonces que año tras año hemos cumplido con el deseo de nuestro Padre Celestial.

Damos gracias a Dios por cada persona que nos ha apoyado en esta Santa actividad para poder llevar a cabo de manera excelente una fiesta hermosa y solemne, digna de un Rey.

Adoradores invitados

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